Ahora que estamos inmersos en el crudo invierno, nos encontramos en el mejor momento para preparar y regenerar la tierra de nuestro huerto. Tras las lluvias del otoño y los primeros días del invierno, el terreno se encuentra lo suficientemente blando y manejable cómo para llevar a cabo nuestra tarea de labrado y abonado con relativa facilidad.

Un huerto con una tierra debidamente preparada durante el invierno será mucho más productivo durante las estaciones de primavera y verano, devolviéndonos con creces todo el esfuerzo invertido durante los meses más fríos en forma de frutos y hortalizas exuberantes.

Tan solo debéis seguir dos fáciles consejos para lograr tener un huerto de 10 ¡Vamos allá!

Volteado y aireado de la tierra

Tras el largo otoño y sus copiosas lluvias, la tierra queda compactada evitando el flujo de oxígeno hacia su interior, por lo que la primera tarea que llevaremos a cabo será la de voltear la tierra con la ayuda de una orca, o en el caso de grandes extensiones, utilizaremos un motocultor para facilitar la labor.

volteado tierra horca

*Nota: Desde Lombritec desaconsejamos totalmente el uso del motocultor, pues esta herramienta es muy agresiva para con el terreno y los organismos y animales que viven dentro de él (lombrices, cochinillas, microorganismos, etc.).

El trabajo de volteo con la orca consistirá en ir clavando esta herramienta en el terreno, apalancando después para levantar en forma de terrones los primeros 20 o 30 cm del terreno. En este primer paso, podemos (y debemos) dejar estos “terrones” tal cual. Para comienzos de la primavera trataremos de realizar una nueva pasada desmenuzando todos estos terrones, pues tras las lluvias invernales no nos supondrá apenas esfuerzo.

Voltearemos la tierra en toda la superficie de nuestro huerto facilitando la aireación del suelo y el drenaje de humedad y nutrientes de los que ahora hablaremos.

Un correcto abonado invernal supone la diferencia entre un huerto “insuficiente” y uno “sobresaliente”

Ahora que ya hemos dotado a nuestro huerto de una correcta aireación, llega el momento de proporcionar un buen número de nutrientes al terreno donde se emplazara nuestro cultivo.

Para esto, abonaremos cubriendo el terreno en capas de 5 a 10 cm utilizando humus de lombriz. Con esto conseguiremos una fertilización muy completa y además, si se trata de un suelo muy «desgastado», tras este abonado recuperaremos todas las propiedades del mismo, llegando a la estación primaveral con un suelo fértil y repleto de nutrientes.

Además de proporcionar los nutrientes necesarios para el cultivo, se ha demostrado mediante numerosos estudios que el humus de lombriz protege a las plantas frente a plagas y enfermedades, por lo que no será necesario utilizar ningún tipo de químicos en nuestro cultivo, gozando de una huerta 100% ecológica.

abonado de huerto en invierno

Si quieres que esta tarea te suponga menos trabajo, te recomendamos que ubiques tú pila de compost directamente sobre el terreno dónde va a ir emplazada la huerta a principios del otoño. De esta manera, durante el invierno las lombrices se encargaran de compostar toda la materia orgánica, dejando en su lugar un buen montón de humus de lombriz.

Para que las lombrices puedan seguir trabajando con total normalidad durante el invierno, debéis cubrir la pila de compost con una gruesa capa de paja o cartón. Con este sencillo acto conseguiremos que nuestras lombrices no se aletargen y trabajen al 100% en la fabricación del preciado humus.

Llegado la primavera y con la pila de humus ya sobre el huerto, solo nos queda esparcirla correctamente por toda su superficie.

Solo nos queda llevar a cabo un último paso, y no por ser el último es menos importante que los anteriores.

Acolchado del terreno, la guinda del pastel

Este paso es el más sencillo de todos. Tan solo debemos voltear de nuevo el terreno, mezclando la capa de humus que colocamos en el invierno y rompiendo los terrones para que la tierra quede suelta y bien aireada.

acolchado huerto invierno

Ahora debes colocar una capa de paja u hojas secas sobre la mezcla de tierra y humus. Con esto conseguiremos un drenaje y flujo de aire ideal para el correcto crecimiento de las nuevas raíces.

Otra de las razones por lo que el acolchado es beneficioso para tu huerto, es por que este proporciona sombra al terreno, evitando que se compacte en exceso y manteniendo a raya el crecimiento de malas hierbas.

Además, evita un evaporado excesivo de la humedad del terreno, proporcionando a las raíces mas humedad durante mas tiempo. Esto cobra especial importancia en los huertos de secano, donde es fundamental que el suelo mantenga un mínimo de humedad residual (aunque no lo creas, se puede cultivar un huerto sin agua, pero esto da para otro articulo).

Resumiendo…

Ahora podemos decir que disponemos de un terreno totalmente fértil, donde cultivar todo tipo de frutos y hortalizas con un 100% de éxito garantizado.

Cómo último consejo, os recomendamos aplicar un puñado de humus de lombriz dentro de los hoyos donde irán ubicados los plantones o semillas, de esta manera estimulareis la formación de raíces acelerando notablemente el crecimiento de las plantas.

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